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La Cuna de Campeones como regalo de comunión

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David Izquierdo

2003, Cáceres

#19, MiniGP 140

 

¿Cómo llega alguien de Almaraz, provincia de Cáceres, hasta la escuela de motociclismo del Circuit de la Comunitat Valenciana Ricardo Tormo? Por un regalo de comunión. Así empieza la historia de David Izquierdo con la Cuna de Campeones, hace ya un par de años, ahora que empieza su tercera temporada. “Mi padre empezó a mirar en internet escuelas donde podría ir, vio algunos vídeos de la Cuna y le gustó bastante. Me lo propusieron el primer año como regalo de comunión, fueron a informarse desde Extremadura a Valencia, hablaron con Julián Miralles y él les animó a que lo intentara”, detalla David.

A los Izquierdo les gustó la Cuna “porque veían que era donde más podía aprender ya que es el campeonato de mayor nivel en las categorías en las que se compite. Destaca mucho la competitividad que los niños tenemos en pista y el compañerismo que tenemos fuera de ella”, según explica David.

David Izquierdo en una carrera de la Cuna de Campeones
David Izquierdo en una carrera de la Cuna de Campeones

Su relación con las motos, sin embargo, se remonta a hace casi una década, cuando empezó a montar en una minimoto con tan solo tres años como afición. David llevaba ya las motos en la sangre: “Mis abuelos, mis tíos y hasta mis padres han tenido y tienen moto, pero sólo como afición. Desde muy chiquitín mi padre me adaptó unos ruedines en una moto y me encantaba salir a montar, a partir de ahí empecé poco a poco pero nunca compitiendo. Mi padre fue el que me animó a que empezara a competir porque veía que podía hacer mucho más aprendiendo en alguna escuela”.

Los comienzos, pese a toda la ilusión, fueron duros. “Mi primera carrera, en la primera temporada, fue en Albaida (Valencia) en el 2013. El sábado salí a los entrenos con toda la ilusión del mundo, era mi primer contacto con moto de marchas, con otros niños en pista y primera vez que pisaba un circuito. Tuve un valor enorme y mucho coraje al salir a pista con niños que llevaban compitiendo años”, destaca David.

“A pesar de todo mi esfuerzo la organización de la Cuna habló con mis padres y conmigo y nos aconsejó que no hiciera la carrera del domingo ya que podía ser peligroso para mí y para los demás niños. La verdad es que nos decepcionamos en un principio muchísimo pero comprendimos que era lo mejor por mi seguridad. Después de dos temporadas y la que tenemos por delante puedo decir que he aprendido, y seguiré aprendiendo muchísimo de aquellos compañeros con los que en un principio no pude competir y ahora estoy ahí con todos ellos luchando por ser de los primeros”, añade el piloto extremeño.

Preguntado por qué es lo mejor de los fines de semana de carrera, David lo tiene claro: “sobre todo, lo bien que lo pasamos a pesar de que haya algunos momentos de tensión. Hay buen ambiente en general y mucho compañerismo entre niños y padres. Además, de cada carrera aprendemos”.

Ese es uno de sus principales objetivos para esta temporada 2015, seguir aprendiendo en este mundo complicado. “Además, espero poco a poco subir e irme acercando a los más rápidos, pero sobre todo disfrutar de cada experiencia porque cada carrera es única”, ha añadido.

David Izquierdo, en parrilla
David Izquierdo, en parrilla

¿Y a quién se debe que haya llegado hasta aquí? ¿Quiénes han estado junto a él todo este tiempo? “Quiero aprovechar para dar las gracias a todos los que están apoyándome para que este sueño se pueda hacer realidad, principalmente a mi familia: mi hermana, mis abuelos, mis tíos, mis primos,… porque su apoyo y su fuerza es todo para mí. Además, quiero acordarme en especial de esas personas que están siempre ahí, son mis profesores, mis maestros, mis mecánicos, quienes me echan la bronca y me elogian los méritos y quienes se llevan los mayores disgustos, pero que por encima de todo son mis padres”, reconoce David.